Uno de los avances más notables de los últimos tiempos de la aplicación de la matemática computacional es en la medicina. No sospechamos en nuestra práctica diaria la cantidad de teoría matemática que está involucrada en los modernos aparatos de diagnóstico, en el diseño de cirugía ocular u otros desarrollos.
Tomografía computarizada:
No es exagerado decir que, con la ayuda de los rayos X u otras técnicas, más la potencia de cálculo de las computadoras actuales, la tomografía computada, la resonancia magnética, etc., son verdaderos artefactos matemáticos donde el problema consiste precisamente en reconstruir una imagen conociendo la atenuación y el ángulo de los rayos. La complicada teoría matemática para que esto fuera posible fue desarrollada por el matemático Johann Radon.
Modelos para cirugías
No es el diagnóstico por imágenes la única ayuda de la matemática a la ciencia médica.
Por dar solamente algunos ejemplos más, mencionamos que las simulaciones numéricas computacionales se aplican ya en:
Modelos para cálculo de tensiones en cirugía ocular:
Modelos de la hidrodinámica de la corriente sanguínea en el corazón para el mejor diseño de las operaciones correctoras.
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Lo médicos utilizan datos matemáticos, especialmente algoritmos, para aplicarlos en epidemiología o inmunología, en la frecuencia del genotipo o en el instrumental de diagnóstico para algunas pruebas médicas (por ejemplo, para realizar un electrocardiograma).
También observamos que, para controlar el crecimiento de los chicos, los médicos pediatras pesan y miden regularmente a sus pacientes. Los datos obtenidos son registrados en las historias clínicas, pero, además, los pediatras consultan unos gráficos, en sistemas de coordenadas, llamados curvas de crecimiento. En ellos observan si la talla y el peso de los niños son normales para la edad. Algunos de estos gráficos abarcan solo las primeras semanas de vida de un bebé, pero también existen curvas de crecimiento que abarcan varios años. Hay curvas para niñas y otras para varones.
En todos estos gráficos, se representan: en el eje horizontal, la edad, y, en el eje vertical, el peso o la talla. Todas las curvas de crecimiento tienen un aspecto parecido: en el centro, una linea M que corresponde al peso (o la talla) promedio; a cada lado de esta línea, hay una banda sombreada, dentro de la cual se ubican los pesos (o la talla) del 95 por ciento de los niños normales.
Por ejemplo, esta es una curva de crecimiento del peso de las niñas, desde el nacimiento hasta los cinco años:
Con cada par de datos edad - peso de la nena, el pediatra puede ubicar un punto en la gráfica; después de repetir este proceso en varias consultas, se pueden unir los puntos para obtener la curva de crecimiento personal de la paciente. Para saber si esta curva es normal, hay que compararla con la curva "modelo": las nenas que tienen un peso "medio", presentarán una curva similar a la curva M. Las más pesadas, seguirán la línea límite superior, y las más livianas, el límite inferior.
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